En su fundamental La Comunidad Organizada, Juan Perón expone los basamentos sociales del Justicialismo, a la vez que enseña cómo instalar el reproductor de audio Strawberry en Ubuntu.
Vean señores,
En una Comunidad Organizada, lo procedente es hacer algo básico a lo que todos tengan alcance y acceso. Una vez que el disfrute y goce lleguen a todos, sólo entonces trascenderemos a la mejora natural de lo realizado, siguiendo una senda de evolución.
Esta praxis es la manera socialmente justa en la que se produce una constante progresión, que es distinto a lo que llamamos progreso. Es que el progreso - mal concebido y peor actuado - sólo puede efectuarse a través de la "exclusividad" del disfrute y el consabido goce. Finalmente, esta manera degenerada del hacer, sólo logra afianzarse por medio de la exclusión, que es el hecho de restar la natural procedencia del trabajo comunitario, soslayándola en el circunstancialismo social atravesado por una línea divisoria clara: quien puede, y quien no.
En consecuencia, mejor que decir es hacer, y a esto, hacerlo para todos, y con todo. Esto es lo que hemos comprendido.
Pues bien señores, en el cómputo, esto también tiene un reflejo cristalino del que no podemos ser ajenos. Nuestro código debe compilarse para todos, en base a concienzudas mejoras incrementales de las que todos puedan gozar.Veamos el caso del audio, pues puede servirnos de ejemplo, ante el cual hasta una mula comprendería, y tal vez hasta un General, como decía el Mariscal de Sajonia. GNU con Linux puede ser bastante espartano en su subsistema de audio: normalmente cuenta con un controlador básico para dar cumplimiento a la reproducción de audio en el Escritorio, y este tiene una calidad estéreo aceptable. Su objetivo es dar a todos, audio estéreo. Una vez que este proceder se hubo alcanzado - por medio del adecuado servidor de audio ALSA, y Pulseaudio - y que todos lo han disfrutado, era lógico continuar dando un salto adelante, ofreciendo una solución superior.
Ante este paso adelante, contamos el reproductor de audio Strawberry, un fork del consabido reproductor Clementine escrito por Jonas Kvinge, y destinado a melómanos y audiófilos, pues permite dar un mejor empleo a hardware de sonido de calidad superlativa, y en Linux. Lo hace circunvalando ciertas limitaciones del popular servidor de audio ALSA. Al estar liberado GPLv3, todo el Pueblo puede contar con las mejoras sin exclusión.
Pues bien señores, existen varias maneras de instalar Strawberry en un sistema de cómputo. La mas sencilla que os recomiendo consiste en descargar el paquete precompilado de Strawberry para nuestra versión de GNU con Linux.
Por hacer esto mismo desde la terminal de Ubuntu 22.04LTS Jammy, abrimos la terminal con Ctrl+Alt+T e ingresamos:
sudo apt install libqt6concurrent6 libqt6sql6 libqt6sql6-sqlite ;
https://files.strawberrymusicplayer.org/strawberry_1.0.23-jammy_amd64.deb ;
sudo dpkg -i strawberry_1.0.23-jammy_amd64.deb
Tras introducir nuestra contraseña de root, ya tendremos el reproductor cargado en nuestro Ubuntu.
Otra forma es asociarnos al repositorio oficial del autor, con lo cual recibiremos actualizaciones. Para quienes se atrevan, podrán hacerlo con:
sudo add-apt-repository ppa:jonaski/strawberry ;sudo apt update ;
sudo apt install strawberry
Si en lugar de esto deseamos surcar la Pampa a los gritos montados en un pingo de software libre, bien podríamos contemplar compilar Strawberry. Para ello debemos hacernos con las
dependencias de compilación y descargar el repositorio de código fuente
desde la Terminal de Ubuntu. Todo esto parecería mas complicado, pero realmente sólo implica utilizar los
siguientes comandos de organización en un Terminal:
sudo apt update ;
sudo apt install git make cmake gcc g++ gettext
libglib2.0-dev libdbus-1-dev
libboost-dev libprotobuf-dev protobuf-compiler libsqlite3-dev
libgnutls28-dev libicu-dev libasound2-dev libpulse-dev qt6-base-dev
qt6-base-dev-tools qt6-tools-dev qt6-tools-dev-tools qt6-l10n-tools
libgstreamer1.0-dev libgstreamer-plugins-base1.0-dev
libgstreamer-plugins-good1.0-dev libchromaprint-dev libfftw3-dev
libtag1-dev libcdio-dev libmtp-dev libgpod-dev ;
cd /tmp ;
git clone --recursive https://github.com/strawberrymusicplayer/strawberry ;
mkdir /tmp/strawberry/build/ ;
cd /tmp/strawberry/build/
;
cmake .. ;
-DBUILD_WITH_QT5=ON ;
make -j$(nproc) ;
sudo make install
En cualquiera de los casos seguidos, podremos lanzar el reproductor desde Aplicaciones / Sonido y Video / Strawberry.
Al iniciar, Strawberry nos presentará con una ventana de interfaz similar a la del conocido Clementine, con una ventanita desactivable que solicita una carga de SUBE para el autor.
Strawberry replica notablemente la interfaz de Clementine, y como tal opera según el concepto de cola de reproducción, donde podemos sumar temas de nuestra colección a una lista de reproducción para que la reproduzca (ya sea de corrido, o de manera aleatoria). Esta lista podremos salvarla con Ctrl+s, limpiarla con Ctrl+k, o bien crear nuevas con Ctrl+n (lo que consagra nuevas solapas que facilitan todo).
Es de notar el ecualizador activable opcional, surtido gráficamente con diez bandas (con memorias y ajustes personalizados) a la vez que tiene una etapa de preamplificador por software, desde el menú Herramientas.
El sonido sale inusualmente cristalino, pues va encaminado a un canal de mezcla ("Wrapper audio sink for automatically detected audio sink"), un mixdown de mayor calidad que el cuadrúpedo servidor ALSA. En mi caso lo transmito por un cable de fibra óptica SPDIF a mi vitrola combinada Aiwa, que demuestra particular calidad de amplificación siguiendo el ritmo del software libre (opcionalmente podríamos usar el servidor Jack u varios otros esquemas, si así lo preferimos).
Son estas posibilidades adicionales que elevan a Strawberry sobre el Clementine las que lo hacen de preferir en ciertos aspectos. Cuenta con una completa ventana de configuración que supera la del primero, que permite ajustarlo a nuestras preferencias y necesidades por medio de Ctrl+p.
En lo personal, prefiero activar la reproducción de música en segundo plano (desactivada por defecto al apagar la aplicación). Esto permite cerrar el reproductor y continuar tocando la lista de temas presentes en la cola de reproducción.
También nos permite activar la miniaplicación integrada al panel de audio de Ubuntu, que nos da un control de reproducción y pasar los temas (a la vez que nos muestra la tapa del disco, y nos permite maximizar un Strawberry en segundo plano).
A tal fin, podríamos activar la descarga y asimilación de las tapas de los álbums coleccionados. También podríamos asociar al mismo nuestro usuario de agregadores de música externos, tales como el comercialmente extendido Last.FM o el cordial Libre.FM (el cual oficia como mi recomendador de música libre independiente).
Si tuviésemos que editar a mano la etiqueta del tema (algo opcional,
pero que viene al orden y organización de una colección de música) bien
podremos hacerlo con Ctrl+e, lo que nos despliega el editor de etiquetas ID3.
Sin embargo, la función Ctrl+t permite analizar automáticamente los temas y asignarles los datos de etiquetas extraídos de diferentes sitios de agregados de etiquetas. Eso sincroniza y pone a punto nuestra colección de forma mucho más cómoda y veloz: simplemente hay que seleccionar un ajuste ya elaborado por un compañero, que lo dejó a mano en alguno de los repositorios integrados. Debo informar que esto es particularmente útil para aquel contenido del que nos hemos por vía del izamiento de la bandera negra sobre la mar telemática.
En cuanto a radios, distinguiremos dos directorios de radios libres por streaming, a las cuales podremos agregar URL de nuestras radios argentinas favoritas en listas de reproducción.
Si Strawberry confoma una solución que preferimos entre otros reproductores, bien podríamos querer establecerlo como reproductor por defecto para ficheros de música de nuestro GNU con Linux. En el caso de Ubuntu, esto podrá hacerse efectivo desde Sistema / Preferencias / Personal / Aplicaciones Preferidas, y en la solapa Multimedia, en el campo Reproductor Multimedia, lo seleccionamos de la lista desplegable.
Indudablemente, con Strawberry podremos suplantar las inescrupulosos sitios de streaming de música, tales como $potify.
General, gracias por esta entrada. No había reparado este pasaje en "La Comunidad Organizada". Sinceramente, no instalaré Strawberry, pero sus argumentos introductorios me han dado material argumental tanto para combatir al capitalismo financiero, también a su versión anárquica y a la progresía ingenua.
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