"Había
una vez, un país encantado colmado de prados floreados, y donde todo brillaba
como la Plata. Moraba en él una hermosa joven, que podía cantar
con tono de cristal. Los habitantes se
emocionaban al escuchar su maravillosa voz. Era tan bella, que muchos pobladores llegaban de las
comarcas lejanas para oírla.
La joven tuvo
una idea muy bondadosa: para que todos pudiesen no sólo escuchar su canto, sino modificarlo para su libre uso, lo grabaría y liberaría bajo
licencia GNU GPLv3, subiría a un globo, y emprendería un vuelo como las
aves. Así, desde el cielo, podría entonar su canto y agraciar a
todos, que lo descargarían mediante la orden wget en la consola.
Pero el globo usaba Window$; y tras una tormenta se pinchó y se hundió en el abismo de un gran lago. Bajo las aguas la doncella lloró.
Fue allí que se apiadó de ella el Hada de las Descargas, quien viéndola
desconsolada le dijo: "No temas, bella niña.
Tu intención ha sido buena y misericordiosa, y si tu deseo es
llevarles desde los cielos dicha y felicidad a los hombres, yo te
ayudaré". Y diciendo esto, la tocó en la frente con su varita
mágica.
La doncella se
convirtió así en una estrella, que iluminaba la noche con cálido
brillo azul. Los habitantes del país contaban que podían escuchar
la risa de una galaxia de soles, y recordaban siempre el amor de la
buena mujer.
Pero pasó el
tiempo y el Pueblo del país de plata perdió su dicha.
Añoraban a la doncella de la voz melodiosa, y esa falta se sentía en los corazones de la gente buena.
Un joven soldado rezó a
la orilla del lago pidiendo poder hacer feliz nuevamente al Pueblo. Grande fue su sorpresa, cuando vio surcar el firmamento una estrella. En las comarcas, todavía hay quienes dicen que si
una estrella cruza velozmente el cielo, ¡convierte un deseo bueno en
realidad!
Por
ello el soldado creó el software libre. A partir de entonces, pudo usar en la Terminal el comando wget -cr seguido de una dirección URL para descargar una página de internet completa bendecido por la estrella buena.
Con este comando, finalmente pudo hacer feliz al pueblo, ya que se creaba una carpeta donde se descargaba entera la web solicitada. Fue un soldado que en paz, hizo grandiosa al su Patria de plata y le dio un
software libre y poderoso para que todos pudiesen descargarlo, usarlo, compartirlo
y modificarlo.
Gracias
a la doncella de cálida voz y a su alma solidaria, el soldado plantó
un árbol que no ha dejado de crecer, y sus frutos no son otra cosa
que algo que tú utilizas para ser bueno en la Patria: ¡el Software
Libre!
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