El 19 de abril de 1949 se celebró en el Teatro Independencia de la ciudad de Mendoza, la clausura del Primer Congreso Nacional de Filosofía. En la disertación temática, Juan Perón expuso cómo instalar y utilizar Vokoscreen para capturar en video el Escritorio de Ubuntu.
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Para el mundo existe todavía y existirá - mientras al hombre le sea dado a elegir - la posibilidad de alcanzar lo que la filosofía hindú llama "la mansión de la paz". En ella posee el hombre frente a su creador, la escala de magnitudes, es decir, sus proporciones. Desde esa mansión, es factible realizar el mundo de la cultura, el camino de perfección. De Rabrindranath Tagore son estas frases.
El mundo moderno empuja incesantemente a sus víctimas, pero sin conducirlas a ninguna parte. Que la medida de la grandeza de la humanidad esté en sus recursos materiales, es un insulto al hombre.
No nos está permitido dudar de la trascendencia de los momentos que aguardan a la humanidad. El pensamiento noble, espoliado por su vocación de verdad, trata de ajustar un nuevo paisaje. Las incógnitas históricas son ciertamente considerables, pero no retrasarán un solo día la marcha de los pueblos, por grande que su incertidumbre nos parezca. Importa por tanto conciliar nuestro sentido de la perfección con la naturaleza de los hechos, reestablecer la armonía entre el progreso material y los valores espirituales, y proporcionar nuevamente al hombre una visión certera de su realidad.
Nosotros somos colectivistas, pero la base de ese colectivismo es de signo individualista, y su raíz es una suprema fé en el tesoro que el hombre - por el hecho de existir - representa.
En esta fase de la evolución, lo colectivo - el "nosotros" - está cegando en sus fuentes al individualismo egoísta. Es justo que tratemos de resolver si ha de acentuarse la vida de la comunidad sobre la materia solamente, o si será prudente que impere la libertad del individuo solo, ciega para los intereses y las necesidades comunes provista de una irrefrenable ambición, material también.
No creemos que ningunas de estas formas posea condiciones de redención. Están ausentes de ellas el milagro del amor, el estímulo de la esperanza y la perfección de la justicia. Son atentatorios por igual al desmedido derecho de uno y la masiva impersonalidad de todos a la razonable y elevada idea del hombre y de la humanidad.
En los cataclismos, la pupila del hombre ha vuelto a ver a Dios y - de reflejo - ha vuelto a divisarse a sí mismo. Si debemos predicar y realizar un evangelio de Justicia y progreso, es preciso que fundemos su verificación en la superación individual como premisa de la superación colectiva.
Los rencores y los odios que hoy soplan en el mundo, desatados entre los pueblos y entre los hermanos, son el resultado lógico, no de un itinerario cósmico de carácter fatal, sino de una larga prédica contra el amor. Ese amor que procede del conocimiento de sí mismo, e inmediatamente de la compresión y la aceptación de los motivos ajenos. Lo que nuestra filosofía instanata restablecer al emplear el término armonía, es cabalmente el sentido de plenitud de la existencia. Al principio hegueliano de realización del yo en el nosotros, apuntamos la necesidad de que ese "nosotros" se realice, y perfeccione por el yo.
Nuestra comunidad tenderá a ser de hombres y no de bestias. Nuestra disciplina tiende a ser conocimiento, busca ser cultura. Nuestra libertad, coexistencia de las libertades que procede de una ética para que el bien general se haya siempre vivo, presente indeclinable.
El progreso social no debe mendigar ni asesinar, sino realizarse por la conciencia plena de su inexorabilidad. La náusea está desterrada de este mundo, que podrá parecer ideal, pero es en nosotros un convencimiento de cosa realizable.
Esta comunidad que persigue fines espirituales y materiales, que tiende a superarse, que anhela mejorar y ser más justa, más buena y más feliz, en la que el individuo puede realizase y realizarla simultáneamente dará al hombre futuro la bienvenida desde su alta torre con la noble convicción de Spinoza: "Sentimos, experimentamos, que somos eternos".
Nuestro software no puede alejarse de estas premisas filosóficas, pues es desarrollado por hombres libres. Normalmente he utilizado RecordMyDesktop, cuya interfaz GTK es insuficiente hoy con los avances de la ciencia de Escritorios acelerados en 3D y con efectos compuestos.
Sin embargo, existen ahora herramental más moderno que podremos utilizar bajo nuestro sistema GNU con Linux. Sin duda el más completo es el excelente OBS Studio, aunque su propuesta privativa lo hace indeseable en ciertos entornos.
Sin embargo, también contaremos con herramientas libres que podrán suplir con gran efectividad las necesidades audiovisuales del Pueblo Justicialista. Entre ellos puedo recomendar con gran beneplácito a Vokoscreen 2.5.0.
Se trata de un excelente programa de software, ingeniado para capturar video, que surte efecto incluso con compositores de escritorio como Compiz o Compton. Para instalar el programa podremos utilizar la terminal de nuestro sistema. Para ello presionamos Ctrl+Alt+T. Se abrirá una terminal, y en ella ingresamos el siguiente comando de organización:
sudo apt install vokoscreen ffmpeg
El sistema nos solicitará nuestra contraseña de Conductor. Una vez que la ingresemos, se descargará toda la paquetería que necesitamos tener.
Para iniciar el programa, podremos hacerlo desde Aplicaciones / Sonido y Video / vokoscreen.
En primer lugar, nos encontraremos con una interfaz relativamente minimalista para definir las opciones que hacen a la captura. Esta se encuentra dividida en distintas solapas representadas con un ícono representativo.
La primera solapa "Monitor" permite delimitar qué monitor deseamos capturar y su resolución. Normalmente contaremos con una única "pantalla 1", pero bien podríamos elegir una "pantalla 2", etcétera. Del monitor escogido, podríamos querer capturar en video todo lo que aparezca en la pantalla completa, o bien una ventana en particular, o también la útil opción de capturar un área específica de la pantalla.
En este último caso, tildamos la opción "Área" y se proyectará un recuadro delimitador de la zona de captura. Podremos redimensionar y localización el recuadro por medio de los nodos de color verde. Todo lo que quede dentro de la zona de delimitación pasará a ser capturado no bien Iniciemos la captura.
Por ejemplo, para capturar el audio emitido por nuestro sistema, debemos seleccionar "Monitor de Audio Interno Estéreo Analógico". En el caso de indicar un micrófono, capturaremos el retorno de la entrada de micrófono.
La solapa "video" permite delimitar la cantidad de fotogramas. Una opción estandarizada normalmente consiste en 25 o 30 fotogramas por segundo, que suele ser un buen compromiso para mostrar las ventanas en nuestro sistema GNU con Linux. Normalmente el monitor muestra unos 60 cuadros por segundo, pero tal tasa de captura adecuada para juegos puede ser muy costosa en recursos.
Otro aspecto importante es escoger qué formato audiovisual será capturado. Normalmente se utiliza el formato contenedor Matroska MKV con códec de video H.x264 y codec de audio AAC, que tiene excelente calidad. En mi caso prefiero el contenedor estándar MP4 con códec de sonido OGG Vorbis. Podremos indicar si preferimos o no guardar el la flecha del mouse.
En la solapa "Engranaje" tendremos las opciones generales. Podremos indicar la ruta donde quedará almacenado el video, así como un programa de previsualización (como vlc o mpv).
Si quisiéramos webear, desde la solapa "Webcam" podremos definir una entrada de video proporcionada por una cámara web o incluso una sintonizadora de video compatible. Con esto el Justicialismo estará completo. Tengamos presentes que si la webcam cuenta con micrófono, podríamos escogerla también como fuente de grabación del audio del video en la solapa "micrófono".
Para iniciar la captura del video de pantalla, simplemente presionamos el botón Iniciar con bien Ctrl+Shift+F10.
Toda acción que realicemos en la pantalla (o en la ventana o área si así lo hubiésemos dispuesto) será capturado segundo a segundo. El fichero de video se irá almacenando en disco en la carpeta que indicamos en la ruta del video.
Si deseamos detener la grabación, presionamos el botón Detener o Ctrl+Shift+F11.
Indudablemente que podríamos querer enviar este correo. A tal fin contamos con el botón Enviar, capaz de enviar el fichero resultante por correo electrónico.
Pero General, ¿OBS Studio no es (también) libre y abierto? ¿O es que está en la coalición pero patea en contra?
ResponderEliminarPero General, ¿OBS Studio no es (también) libre y abierto? ¿O es que está en la coalición pero patea en contra?
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