Durante
su ostracismo madrileño de finales de los años 60 y principio de los
70s, Juan Perón combinó la concreción de volúmenes doctrinarios con el
agasajo de Argentinos que anhelaban visitarlo. Para evitar las
inevitables distracciones, enseñó cómo utilizar el editor de texto Ghostwriter en Ubuntu.
(...)
¡Muy señores míos!
A pesar de lo que puedan querer creer en la Argentina, en estos tiempos de exilio no me es extraño contar con todas las distracciones posibles. Mi objetivo no ha de ser otro que el de regresar a la Patria para darle al Pueblo lo que este desea, pero a veces parece que la Patria viene a uno.
Decenas de visitantes no cesan de ocupar mis horas, dándome apenas tiempo para la coordinación de la política de frentes que hemos de emprender, y porqué no, del ocio y regocijo que todo ser humano merece. A veces - incluso - he de prescindir de realizar las tareas más imprescindibles. Un poco de lógica rutina entonces no viene mal para despejar agenda, y contener el entusiasmo sano de quienes osan volver para ser mejores.
Esto, que es una prerrogativa que tiene un Conductor bien querido, no deja de ser también parte de un problema mayor. Observemos con detenimiento: de un tiempo a esta parte el mundo ha reconocido la necesidad de implementar editores de texto libres de distracciones. En particular esto se debe al exceso de funcionalidades de los procesadores de texto, lo cual de alguna manera "empañan" en proceso creativo lógico de un escritor.
Desde el Justicialismo comprendimos esto desde un principio, pues notamos que en lugar de afianzarnos en las acción de volcar ideas a un papel, ¡estos paquetes se concentraban en distraernos! Con sus innumerables opciones de formateo de texto, toda vez inútiles en lo temprano del alba creativo.
Pues bien señores, en lugar de recurrir a estos pícaros paquetes de edición de texto, ya os he explicado sobre FocusWriter. El mismo cumple con creces mis más normales necesidades a la hora de crear un texto.
Sin embargo, adolece de algunas funciones que podrían ser importantes. Por ejemplo, no dispone de exportado HTML, lo cual podría ser decisivo para quienes desean plantear la creación de documentación con los parámetros extendidos de este clásico lenguaje descriptivo para la Web.
En tal caso, mi recomendación recae sobre GhostWriter. Se trata de un editor libre de distracciones con algunas opciones minimalistas pero adecuadas. Naturalmente, el editor Pluma o Gedit bien podrían cumplir con esta fase también si no somos demasiado quisquillosos...
Para instalar Ghostwriter en nuestro sistema podremos abrir una terminal con Ctrl+Alt+T e ingreso los siguientes Comandos de Organización:
sudo add-apt-repository ppa:wereturtle/ppa ;
sudo apt-get update ;
sudo apt-get install ghostwriter ;
Luego podré ejecutar el programa desde el menú Aplicaciones / Oficina / GhostWriter.
La interfaz del editor que nos compete es típicamente inobstrusiva, y podremos activar la funcionalidad de pantalla completa.
Contaremos con un tradicional tema "oscuro" para poder editar con facilidad sin molestar tanto nuestros ojos.
Asimismo, podremos utilizarlo para tareas moderadas de edición web gracias a su previsualización en directo. Gracias a él podremos editgar con cierta agilidad en HTML, pues presenta plantillas desplegables con elementos en dicho lenguaje descriptivo de hipertexto.
Los elementos flotantes conforman un llamado "HUD" o Head Up Display. Estos pueden ser activados o desactivados al unísono con. Ctrl+Mayúsculas+H. De esta forma volveremos al editor básico que tanto anhelamos.
Ghostwriter puede reemplazar a Pluma o a Gedit como editor de base. Personalmente lo siento como un excelente sucedáneo de una máquina de escribir, que puede contar con algunas opciones adicionales si así lo deseamos.
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